El baño es, en mi opinión, el sitio más íntimo de una casa,
es además, el lugar donde se pone a prueba la capacidad de convivencia de una
pareja. La capacidad de compartir el baño es una de las pruebas más duras para
cualquier pareja cuando empieza una relación. Yo tuve la suerte de tener una
madre obsesiva compulsiva del orden y la limpieza y esto me ha ayudado a
mantener los estándares de pulcritud del baño dentro de los límites razonables
para una mujer, pero para muchos de mis amigos esto no es así.
Los hombres solemos dejar tirada la toalla en el suelo
después de secarnos, por lo menos mientras somos solteros, la tapa del bote de
la crema de rasurar siempre se pierde y un resto de espuma siempre cae por la
orilla del bote, la pasta de dientes destapada por supuesto, y cuando se acaba
el papel de baño nunca lo cambiamos, nos limitamos a sacar uno nuevo y dejarlo sobre la tapa del escusado; estas
son solo algunas de nuestras gracias más habituales en el cuarto de baño.
El espacio suele ser también motivo de conflicto, jabón,
shampoo, navaja y crema para rasurarnos, cepillo, pasta de dientes, loción para
después de afeitarnos y desodorante son por lo general el ajuar de cualquier
hombre en el baño. En cambio nuestras compañeras tienen además, crema para las
manos, otra para el cuerpo, una para la cara y la específica de las ojeras, una
antiarrugas y otra antienvejecimiento (¿para qué necesitan tantas cremas? ¿No
son todas iguales? Me pregunto, pero jamás haré esa pregunta en voz alta), cera
para depilarse y depiladora, aceite para desmaquillarse, crema para después de desmaquillarse (que por supuesto es
diferente de todas las anteriores mencionadas), algodón, secador para el pelo,
plancha para el pelo, dos o tres cepillos, broches, prendedores y ligas para el
pelo, acondicionador, tratamiento para que no se les rice el pelo, tratamiento
para que se les rice, protección para el cabello maltratado, compresas, pinzas
para depilar las cejas (estas pinzas ahora también las uso yo a escondidas
desde que me empezaron a salir pelos en la orejas, cosas de la edad), por
supuesto tres o cuatro perfumes y una cajita con incontables muestras de cremas
y perfumes de todas las clases posibles, esmaltes varios para las uñas, acetona
y algodón para despintarse las uñas, que por increíble que parezca son de una
clase distinta a los algodones para desmaquillarse, cortaúñas y tijeras para
los pellejitos de los dedos (nosotros nos los mordemos). Todo este arsenal hace
que sea difícil administrar el espacio en el cuarto de baño, conseguir un
equilibrio en el reparto del espacio no es tarea sencilla, por eso los
matrimonios ricos tienen un baño para cada uno
Dejando de lado las cuestiones del mantenimiento del orden y
la limpieza en el baño, no porque no sean importantes sino por que serían
objeto de un tratado en sí mismas, pasare a la cuestión de…no sé cómo decirlo,
es difícil tratar este tema sin caer en la vulgaridad… permítanme ponerlo de
esta forma: mi novia no caga. Lo siento, sé que es una frase poco edificante
pero no encuentro otra forma de explicarlo. La cuestión es que no caga, o por
lo menos no tengo pruebas evidentes de que lo haga y me explico: Nunca la
pierdo vista en casa el tiempo suficiente como para que ella tenga tiempo para
realizar esta tarea, que yo creía hasta ahora inherente a todo ser vivo. ¿Cómo demonios
lo hace? Ya sé que no es un tema agradable, pero es un tema. Cuando éramos
niños mi madre anunciaba sin ningún tipo de pudor sus planes al respecto: Pórtense
bien que voy a cagar, nos anunciaba, ya sé que esto tampoco es lo ideal, pero ¿se
dan cuenta de la magnitud del cambio para mí? Porque al final todos los hacemos
¿o no? Cuando yo realizo mis necesidades, paso mucha vergüenza esperando que
ella no entre al baño hasta que pase un tiempo prudencial, suficiente como para
que se evaporen las evidencias olfativas de ese hecho y a veces no lo consigo,
eso además de la costumbre que tengo de leer mientras lo hago, si no leo, no
sale, así que tengo que procurarme material de lectura para ese momento a
escondidas. Pueden estar seguros que ella nunca me ha dicho nada al respecto,
cosa que agradezco, pero me encantaría que ella alguna vez pasara por la misma
vergüenza aunque solo fuera por solidaridad.
¿Alguien me lo puede explicar? Por favor.

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