Mi primer beso fue robado. No, no fui yo, me lo robaron a mí. Pero no de estos robos que te compras una bolsa de papitas y cuando estás distraído te quitan una. Si no de los que son robados con premeditación, alevosía, ventaja y violencia. No fue solo un beso, fueron muchas cosas más, creo que tenía nueve años y preferiría no recordarlo…
Quizás por eso no recuerde los demás primeros besos de mi
vida, porque hay muchos primeros besos en la vida de una persona; algunos no
los sientes, aunque sabes que existieron, porque eras muy pequeño cuando
sucedieron, por ejemplo el primer beso de tu madre o de tu padre, porque para cuando eres consciente de sus besos son
tantos los que te han dado que te parece como que siempre van a estar ahí, supongo, así que no
importa cuando o cómo fue el primero, sabes que habrá muchos más, para siempre
crees. También están los primeros besos de juego, ¿quién no ha jugado a la
botella cuando era chico? Beso o castigo… yo siempre elegí beso. Tampoco
recuerdo el primer beso a mi primer novia, supongo que habrá sido torpe,
nervioso, probablemente baboso, esto de dar besos babosos de chiquito es culpa
del cine, en las películas siempre se dan unos besazos súper apasionados, besos que tú crees que no
serás capaz de dar jamás, así que cuando te toca a ti te lanzas. Aunque luego
cuando creces, te enteras de que esos besos son de mentira, ni lengua ni nada,
pura ficción, pero para ese momento, tú ya te has lanzado provocando una mezcla
entre asco e indignación en la pobre chica que le toca lidiar con tu inexperiencia
y tus hormonas desbocadas, también ella creía que iba a ser como los de las
películas, pero nada más lejos de la realidad.
Tampoco recuerdo el primer beso que le di a mis hijos, son
momentos de tantas emociones, que se te aturullan en la memoria, pero supongo
que en este caso serían suaves y tiernos. En ese momento no imaginas la
cantidad de canas que te van a sacar esos seres diminutos, ni la cantidad de
alegrías que te van a dar… por suerte hoy todavía de vez en cuando consigo que
me dejen darles un beso.
Cuando me preguntaron por mi primer beso; sentí una cierta
tristeza por no recordarlo, no el primero que yo quise dar, supongo que en
parte es por el tiempo que ha pasado y en parte por qué nunca estás preparado
para recordarlo, estás tan concentrado en si debes o no dar el paso, aventurarte,
qué la memoria no está ocupada en guardar ese momento, o puede ser que sea tan
vergonzosa tu actuación que prefieras olvidarlo ¿quién lo sabe? Hay gente que
idealiza ese momento y lo guarda en su memoria de la forma en la que le hubiera
gustado que fuera o puede ser que si lo
recuerden, lo que sé, es que yo no lo recuerdo y me encantaría poder hacerlo.
Hay una canción que habla de una mujer que se hace vieja
esperando el primer beso, yo he tenido la suerte de que a mí no me ha pasado.
Yo me acuerdo con detalle del primer beso que di a mi pareja actual, en
realidad medio beso, solo encontré media boca, no sé si por falta de puntería o
falta de concentración, parece mentira que tantos años no hayan servido para
que cuando llega ese momento seas capaz de manejarlo con aplomo, así que a mis
casi cincuenta años di un primer medio beso torpe y nervioso, narices chocando,
la mía es difícil de disimular, no sabes qué hacer con los brazos, un desastre,
pero pueden estar seguros que de este…de este me acordaré lo que me queda de vida.

No hay comentarios:
Publicar un comentario